NUEVOS RUMBOS PARA EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE VALDIVIA
Amigos:
Frente a los acontecimientos ocurridos una vez terminada la 13ª versión del Festival Internacional de Cine de Valdivia, es mi deber entregarles los antecedentes que les permitirá poseer la información sobre las transformaciones que experimenta uno de los eventos culturales de mayor trascendencia dentro del ámbito cinematográfico y audiovisual del país.
En primer término, se deben considerar algunos antecedentes históricos del certamen valdiviano. A pesar de realizarse desde el Cine Club de la Universidad Austral de Chile, nunca se contó con la participación de la Universidad, ni tampoco con su apoyo. Sin embargo, siempre se consideró a esta Casa de estudios como base y cuna natural del Festival y se hizo lo necesario para involucrarla, e incluso otorgarle al certamen una institucionalidad, dentro del marco universitario. En los últimos años, durante la administración del Rector Carlos Amtmann, se formó un Consejo del Festival con la participación del mismo Rector, autoridades de la ciudad y del país, destacados miembros de la cultura y del cine nacional. Dicho Consejo, así como las gestiones para constituir una corporación o fundación, no lograron mantenerse en el tiempo el primero, ni concretarse los otros, fundamentalmente por la falta de compromiso de sus miembros. El nulo apoyo de la Universidad, y la permanente oposición al Festival que ésta desarrolló a través de los años, fue uno de los impedimentos importantes para lograr una institucionalidad que diera protección al certamen.
Fue durante aquella administración que, a iniciativa de la Dirección del Festival, se desarrolló un Proyecto de Fomento (PROFO) con CORFO, constituyéndose desde allí Valdivia Film, a donde se integraron una decena de empresas de la zona que apoyaban desde sus inicios el evento. Además, uno de los objetivos de Valdivia Film, junto con desarrollar el Polo Audiovisual del Sur, era apoyar al Festival.
Por ello, en el año 2002, para su 9ª versión, Valdivia Film y la Productora Jirafa, una de las empresas que pasaron a formar parte de este proyecto de fomento del audiovisual en la Región, participaron en su producción, ocupándose principalmente de la gestión de recursos. Aquel año, por primera vez desde su creación, se terminó con un déficit financiero de 5 millones de pesos, los que fueron cancelados posteriormente con recursos obtenidos para la continuidad del certamen.
Valdivia Film, sin consultar a la Dirección del Festival, registró el nombre “Festival Internacional de Cine de Valdivia” como perteneciente al Centro Cultural de Promoción Cinematográfica de Valdivia, creado y dirigido por la Productora Jirafa. Se acordó la devolución del nombre en más de una ocasión, pero hasta hoy no lo han hecho. Las relaciones se dañaron y, a pesar de proponerles en varias ocasiones de volver a trabajar en conjunto, sólo se logró una férrea oposición y una campaña permanente de desprestigio y aversión hacia quienes realizamos el Festival.
Desde julio de este año 2006, una nueva rectoría administra la Universidad. El señor Víctor Cubillos es el nuevo Rector quien, junto a su Jefa de Gabinete, la señora Gladys Mujica, estuvo presente en algunas actividades de la reciente 13ª versión, expresando en más de una ocasión manifestaciones muy positivas, agradecimientos y felicitaciones a la Dirección y al equipo encargado de la realización del Festival. Una vez finalizada la versión 2006, a principios de septiembre, en reunión con la Jefa de Gabinete, la Directora y Sergio Hernández, Productor General del Festival, el Rector se comprometió a trabajar para dar una institucionalidad al certamen, para lo cual designó a la señora Mujica como encargada de todo lo relacionado con el Festival de Cine.
El miércoles 6 de septiembre, junto al señor Guillermo Urrutia, Director de Finanzas, y Hugo Jara, Director de Personal de la UACH, la señora Mujica reunió a todo el equipo, a excepción de la Directora Lucy Berkhoff, quien había sido invitada a los Estados Unidos, comunicó que todos estábamos despedidos y debíamos dejar nuestros cargos el día 8 de octubre. La señora Mujica explicó que esta medida era necesaria para dar una institucionalidad al certamen, agregando que “ya ni el Estado ni los empresarios estaban dispuestos a seguir colaborando si continuaba la administración actual del Festival”. El señor Urrutia agregó también que había “irregularidades, como sobre sueldos, pagos de viáticos y viajes”. Los más altos honorarios ($ 500.000 al mes), los viajes a Festivales -máximo dos veces al año-, se los paga la misma Directora, para lo que se hace uso de recursos mínimos para viáticos. Por lo demás, todo el financiamiento del Festival, incluidos los honorarios, siempre se proveía con recursos conseguidos por la misma
organización.
Una vez que la Directora se encontró en Valdivia, participó en la reunión de constitución del directorio del Festival. Fue invitada, pero allí se enteró que no tendría la posibilidad de proponer a nadie para hacer parte de éste, su participación sería ad honorem, y estar allí la excluía de cualquier cargo en el nuevo equipo que se formaría. Bajo estos requerimientos, al ser citada para una segunda reunión, presentó una carta renunciando a integrar el directorio.
Dicho directorio quedó constituido por Paola Lagos (docente de la Escuela de Periodismo), Breno Oneto (académico del Instituto de Filosofía y Estudios Educacionales), Luis Bocaz (profesor adjunto de la Facultad de Filosofía y Humanidades) y Gonzalo Paredes (académico del Instituto de Manejo Forestal), en representación de la Universidad Austral de Chile. Asimismo, son miembros del directorio, Bruno Bettati (productor y fundador de Jirafa), Andrés Villagran (Gerente de Socovesa), Erwin Vidal (gerente de la Corporación Cultural Municipal) y Pablo Matamala (Director del Consejo Regional de la Cultura y las Artes). Como asesores también ejercerán Fernando Lataste (gerente de Valdivia Film) y Andrea Osorio, que es la única persona de la organización que fue readecuada por la rectoría de la UACH en funciones relacionadas con el Festival Internacional de Cine de Valdivia.
Cabe destacar que, en la primera reunión, el señor Matamala manifestó severas críticas al Festival de Cine y a su Directora, aseverando que cada año el certamen era peor, y que “felizmente ahora podría contarse con la participación de la gente de Valdivia Film y del Centro Cultural de Promoción Cinematográfica, que tanto han hecho por el audiovisual en la región”. El señor Matamala no participó nunca en ninguna actividad del Festival, salvo en un cóctel ofrecido a la Ministra, como también en las Ceremonias de Inauguración y Clausura, en esta última versión. En dicha reunión quedó en evidencia que el señor Matamala tampoco conoce el Proyecto que hemos estado desarrollando con el Estado, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes o el Ministerio de Educación, desde hace años.
En la actualidad, trabajamos Lucy Berkhoff, directora, Cristina Parada, administradora contable, Valentina Salinas, secretaria, y Sergio Hernández, productor, en la redacción de los informes que debemos entregar a las Instituciones que han financiado el Proyecto; en seguida haremos abandono de nuestras funciones.
Nuestros agradecimientos a todos quienes ayudaron a llevar el Festival al alto sitial logrado para el beneficio del cine y de la cultura de nuestro país.
En este mismo sentido, hemos considerado indispensable informar de esta situación por la que atraviesa el Festival, junto con dar a conocer a quienes hoy son responsables de su continuidad.
Atentamente,
Sergio Hernández Albrecht
Productor General
Festival Internacional de Cine de Valdivia
Amigos:
Frente a los acontecimientos ocurridos una vez terminada la 13ª versión del Festival Internacional de Cine de Valdivia, es mi deber entregarles los antecedentes que les permitirá poseer la información sobre las transformaciones que experimenta uno de los eventos culturales de mayor trascendencia dentro del ámbito cinematográfico y audiovisual del país.
En primer término, se deben considerar algunos antecedentes históricos del certamen valdiviano. A pesar de realizarse desde el Cine Club de la Universidad Austral de Chile, nunca se contó con la participación de la Universidad, ni tampoco con su apoyo. Sin embargo, siempre se consideró a esta Casa de estudios como base y cuna natural del Festival y se hizo lo necesario para involucrarla, e incluso otorgarle al certamen una institucionalidad, dentro del marco universitario. En los últimos años, durante la administración del Rector Carlos Amtmann, se formó un Consejo del Festival con la participación del mismo Rector, autoridades de la ciudad y del país, destacados miembros de la cultura y del cine nacional. Dicho Consejo, así como las gestiones para constituir una corporación o fundación, no lograron mantenerse en el tiempo el primero, ni concretarse los otros, fundamentalmente por la falta de compromiso de sus miembros. El nulo apoyo de la Universidad, y la permanente oposición al Festival que ésta desarrolló a través de los años, fue uno de los impedimentos importantes para lograr una institucionalidad que diera protección al certamen.
Fue durante aquella administración que, a iniciativa de la Dirección del Festival, se desarrolló un Proyecto de Fomento (PROFO) con CORFO, constituyéndose desde allí Valdivia Film, a donde se integraron una decena de empresas de la zona que apoyaban desde sus inicios el evento. Además, uno de los objetivos de Valdivia Film, junto con desarrollar el Polo Audiovisual del Sur, era apoyar al Festival.
Por ello, en el año 2002, para su 9ª versión, Valdivia Film y la Productora Jirafa, una de las empresas que pasaron a formar parte de este proyecto de fomento del audiovisual en la Región, participaron en su producción, ocupándose principalmente de la gestión de recursos. Aquel año, por primera vez desde su creación, se terminó con un déficit financiero de 5 millones de pesos, los que fueron cancelados posteriormente con recursos obtenidos para la continuidad del certamen.
Valdivia Film, sin consultar a la Dirección del Festival, registró el nombre “Festival Internacional de Cine de Valdivia” como perteneciente al Centro Cultural de Promoción Cinematográfica de Valdivia, creado y dirigido por la Productora Jirafa. Se acordó la devolución del nombre en más de una ocasión, pero hasta hoy no lo han hecho. Las relaciones se dañaron y, a pesar de proponerles en varias ocasiones de volver a trabajar en conjunto, sólo se logró una férrea oposición y una campaña permanente de desprestigio y aversión hacia quienes realizamos el Festival.
Desde julio de este año 2006, una nueva rectoría administra la Universidad. El señor Víctor Cubillos es el nuevo Rector quien, junto a su Jefa de Gabinete, la señora Gladys Mujica, estuvo presente en algunas actividades de la reciente 13ª versión, expresando en más de una ocasión manifestaciones muy positivas, agradecimientos y felicitaciones a la Dirección y al equipo encargado de la realización del Festival. Una vez finalizada la versión 2006, a principios de septiembre, en reunión con la Jefa de Gabinete, la Directora y Sergio Hernández, Productor General del Festival, el Rector se comprometió a trabajar para dar una institucionalidad al certamen, para lo cual designó a la señora Mujica como encargada de todo lo relacionado con el Festival de Cine.
El miércoles 6 de septiembre, junto al señor Guillermo Urrutia, Director de Finanzas, y Hugo Jara, Director de Personal de la UACH, la señora Mujica reunió a todo el equipo, a excepción de la Directora Lucy Berkhoff, quien había sido invitada a los Estados Unidos, comunicó que todos estábamos despedidos y debíamos dejar nuestros cargos el día 8 de octubre. La señora Mujica explicó que esta medida era necesaria para dar una institucionalidad al certamen, agregando que “ya ni el Estado ni los empresarios estaban dispuestos a seguir colaborando si continuaba la administración actual del Festival”. El señor Urrutia agregó también que había “irregularidades, como sobre sueldos, pagos de viáticos y viajes”. Los más altos honorarios ($ 500.000 al mes), los viajes a Festivales -máximo dos veces al año-, se los paga la misma Directora, para lo que se hace uso de recursos mínimos para viáticos. Por lo demás, todo el financiamiento del Festival, incluidos los honorarios, siempre se proveía con recursos conseguidos por la misma
organización.
Una vez que la Directora se encontró en Valdivia, participó en la reunión de constitución del directorio del Festival. Fue invitada, pero allí se enteró que no tendría la posibilidad de proponer a nadie para hacer parte de éste, su participación sería ad honorem, y estar allí la excluía de cualquier cargo en el nuevo equipo que se formaría. Bajo estos requerimientos, al ser citada para una segunda reunión, presentó una carta renunciando a integrar el directorio.
Dicho directorio quedó constituido por Paola Lagos (docente de la Escuela de Periodismo), Breno Oneto (académico del Instituto de Filosofía y Estudios Educacionales), Luis Bocaz (profesor adjunto de la Facultad de Filosofía y Humanidades) y Gonzalo Paredes (académico del Instituto de Manejo Forestal), en representación de la Universidad Austral de Chile. Asimismo, son miembros del directorio, Bruno Bettati (productor y fundador de Jirafa), Andrés Villagran (Gerente de Socovesa), Erwin Vidal (gerente de la Corporación Cultural Municipal) y Pablo Matamala (Director del Consejo Regional de la Cultura y las Artes). Como asesores también ejercerán Fernando Lataste (gerente de Valdivia Film) y Andrea Osorio, que es la única persona de la organización que fue readecuada por la rectoría de la UACH en funciones relacionadas con el Festival Internacional de Cine de Valdivia.
Cabe destacar que, en la primera reunión, el señor Matamala manifestó severas críticas al Festival de Cine y a su Directora, aseverando que cada año el certamen era peor, y que “felizmente ahora podría contarse con la participación de la gente de Valdivia Film y del Centro Cultural de Promoción Cinematográfica, que tanto han hecho por el audiovisual en la región”. El señor Matamala no participó nunca en ninguna actividad del Festival, salvo en un cóctel ofrecido a la Ministra, como también en las Ceremonias de Inauguración y Clausura, en esta última versión. En dicha reunión quedó en evidencia que el señor Matamala tampoco conoce el Proyecto que hemos estado desarrollando con el Estado, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes o el Ministerio de Educación, desde hace años.
En la actualidad, trabajamos Lucy Berkhoff, directora, Cristina Parada, administradora contable, Valentina Salinas, secretaria, y Sergio Hernández, productor, en la redacción de los informes que debemos entregar a las Instituciones que han financiado el Proyecto; en seguida haremos abandono de nuestras funciones.
Nuestros agradecimientos a todos quienes ayudaron a llevar el Festival al alto sitial logrado para el beneficio del cine y de la cultura de nuestro país.
En este mismo sentido, hemos considerado indispensable informar de esta situación por la que atraviesa el Festival, junto con dar a conocer a quienes hoy son responsables de su continuidad.
Atentamente,
Sergio Hernández Albrecht
Productor General
Festival Internacional de Cine de Valdivia